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lunes, 18 de febrero de 2013

HADES 
Mitos Griegos-el dios Hades
Hades es el Señor de los Abismos, el oscuro, el triste, el invisible. Para los romanos está representado por el Dios Plutón y para los egipcios por el dios Serapis.
Existió en muchos pueblos antiguos con distintos nombres pero siempre simbolizando lo mismo, la muerte, la oscuridad, el mundo de las tinieblas.
Hades es el símbolo de las penas eternas después de la muerte, para los egipcios el inframundo, donde se llevarían a cabo las pruebas que debían atravesar los muertos para lograr la resurrección del cuerpo.
Los reyes egipcios se identificaban con el dios Sol y con el fuego de las profundidades y sus vidas estaban consagradas a la preparación para realizar el camino después de la muerte para enfrentar al demonio.
La extraña y compleja construcción de sus tumbas eran la garantía de un viaje exitoso al más allá, para el que procuraban contar con el abastecimiento necesario, de alimentos, armas e inclusive servidumbre y guerreros, que antiguamente eran sacrificados para acompañar al rey. Este mito fue el origen del tributo de los honores fúnebres a los muertos.
Supuestamente Hades fue un príncipe legendario que introdujo la doctrina de las penas eternas después de la muerte.
Hades era hijo de Cronos que significaba tiempo y hueco; y de Gea o Tierra, ya que la tumba es sólo un hueco subterráneo; y era hermano de Zeus y de Poseidón.
Él también fue uno de los hijos devorado por Cronos, para evitar que lo destronaran, tal como él mismo había hecho con su padre; y que fue salvado posteriormente por Zeus, su hermano, que fue el único hijo no devorado por Cronos, porque fue salvado por su madre.
Hades ayudó a Zeus a vencer a los Titanes y luego del triunfo le fue otorgada para reinar la región de los infiernos, que significa el subsuelo, la parte inferior de la tierra.
Hades era un dios odiado y temido, porque se lo consideraba muy inflexible y a quien no era habitual que se le concedieran honores.
Cuando los dioses querían resucitar a un mortal se lo encargaban a Hades, que era considerado el árbitro de los destinos humanos, el dueño de la fertilización y la reproducción de los gérmenes, el que tiene el poder de alargar o acortar la vida; y el que tiene a su cargo el cuidado de la espalda del cuerpo humano.
Como ninguna mujer quería acompañarlo en su morada, con su poder de hacerse invisible, raptó a Perséfone, hija de Deméter para llevarla a su reino. Por esta razón a este dios se lo representa robando a Perséfone y llevándola muerta de miedo en un carro hacia su reino.
Hades es el símbolo de lo oculto, de lo desconocido, del misterio. Se creía que Hades fue consagrado rey de los infiernos porque habitaba regiones profundas y hacía trabajar a sus vasallos en las minas bajo tierra al borde del océano, un lugar tenebroso que parecía un infierno habitado por demonios.
El culto de Plutón en Roma y en los pueblos de Italia fue célebre. No sólo era uno de los doce dioses principales sino que figuraba entre los ocho dioses elegidos que podían ser representados en oro, plata o marfil.
En los primeros tiempos le fueron consagrados sacrificios humanos, pero luego esta costumbre fue modificada por sacrificios de animales.
Los pueblos de Italia temían de tal manera a Plutón que le dedicaban el suplicio de los criminales. Rómulo, primer gobernante de Roma dictó una ley que permitía dedicarle los malhechores a Plutón.
Orestes

Orestes era el único hijo del rey Agamenón de Micenas y de su esposa Clitemnestra. Sus hermanas eran Ifigenia, Electra y Crisotemis. Cuando su madre y su amante Egisto mataron a Agamenón (ver Agamenón y Electra), Electra se llevó al pequeño Orestes para ponerlo a salvo y enviarlo a Focis, donde creció en la corte del rey Estrofio, cuyo hijo Pilades se convirtió en su mejor amigo. Existe otra versión distinta, que asegura que Orestes llegó a Focis diez años antes, cuando su padre partió hacia Troya.
Años después de la muerte de Agamenón, Orestes regresó a Micenas y vengó a su padre siguiendo las órdenes de Apolo.
Algunos autores como Hornero, Esquilo, Sófocles y Eurípides dan distintas versiones de lo sucedido después. Se cree que después de consultar a Electra, Orestes mató a Clitemnestra y a Egisto, si bien algunos le dan la iniciativa a ella, y otros a él. Hay también distintas versiones sobre las consecuencias de este acto. Algunos creen que Orestes no fue castigado por lo que hizo, pero Esquilo muestra en su obra en tres actos La Orestiada cómo se debe enfrentar con las Erinias o Furias, diosas de la venganza que castigaban con especial saña los crímenes de familia. La Erinias le volvieron loco y le persiguieron por todos los lugares. Otras versiones aseguran que Electra y Orestes se enfrentaron a un juicio que acabó con su condena a muerte en Micenas después del asesinato. Orestes entonces capturó a Helena y Hermione, la esposa y la hija de su tío Menelao. Sólo la intervención de los dioses las salvó, mientras Orestes tuvo que exiliarse.
Orestes, atormentado por las Erinias, visitó el Oráculo de Delfos dedicado a Apolo, instigador de la venganza. El dios dispuso que viajase a Atenas escoltado por Hermes y allí, en la corte del Areópago o «colina de Ares», debería someterse al juicio de los atenienses. Las Erinias ejercieron de acusación y Apolo de defensor. Atenea presidía el juicio que terminó con los votos divididos, por lo que la diosa se inclinó a su favor. Orestes fue exculpado y las Erinias aplacaron su ira con la promesa recibida de seguir siendo adoradas en Atenas. Desde entonces ya no se las conocería como Erinias, sino como Euménides o «benevolentes» gracias a su disposición.
Según otra versión, antes o después del juicio en Atenas y según las órdenes de Apolo, Orestes fue enviado a Tauris para coger una estatua de Artemisa. El rey Toas lo hizo prisionero y lo llevó ante el santuario de la diosa para ofrecerlo en sacrificio.
Su hermana Ifigenia era sacerdotisa en el santuario, pues allí había vivido desde que Agamenón la había querido sacrificar para que los vientos favoreciesen a los griegos en la Guerra de Troya. Los dos hermanos se reconocieron y ella engañó al rey diciéndole que todos debían purificarse en las aguas antes del ritual. sin que los habitantes de Tauris pudiesen contemplarios, lo que les permitió escapar con la estatua.
Pero hay otra versión en la que Orestes participa en la muerte de Neoptolomeo, hijo de Aquiles que había luchado en Troya y que estaba casado con Hermione, prima de Orestes cuyo padre, Menelao, se la había prometido en matrimonio en primer lugar.
Los elementos más significativos en la historia de Orestes son los ciclos de muerte y venganza, que se remontan hasta su abuelo Atreo y su bisabuelo Pelops.
La Leyenda de Pegaso

Pegaso es un caballo alado. Su nombre proviene de la palabra griega phgh, que significaba manantial, pues se decía que había nacido en las fuentes del Océano.
Hay varias versiones de su nacimineto. Por un lado se decía que había nacido del cuello de la Gorgona, cuando Perseo la mató en el mar. En esta perspectiva, resulta que su padre es Poseidón, y Crisaor su hermano gemelo.
Otra versión sostiene que nació en la tierra, fecundado por la sangre derramada de la Gorgona, cuando Perseo la mató.
Una vez que nació, Pegaso fue al Olimpo, donde se puso a las órdenes de Zeus, al llevarle el rayo.
El papel de Pegaso más importante es en la leyenda de Belerofonte, sobre la que hay diversos argumentos. Por un lado, se decía que Pegaso había sido regalado a Belerofonte por la diosa Atenea (diosa de la sabiduría), pero según otras historias fue Poseidón el que dio el caballo a Belerofonte. También se contaba que el héroe lo había encontrado, cuando bebía en la fuente de Pirene.
Fue gracias a Pegaso que Belerofonte pudo matar a la Quimera y lograr por sí solo la victoria sobre las Amazonas.
Cuando Belerofonte muere, Pegaso volvió a la morada de los dioses. Tiempo después, se dio el concurso de canto que enfrentó a las Musas con las hijas de Píero. El Monte Helicón estaba muy complacido por la belleza de las voces, por lo que empezó a crecer amenazando con llegar al cielo.
Al ver el peligro, Poseidón le ordenó a Pegaso que fuera y golpeara a la montaña con uno de sus cascos para ordenarle qe volviera a su tamaño normal, a lo que la montaña obedeció dócilmente. Pero, en el lugar donde Pegaso la había golpeado brotó la Fuente Hipocrene, o Fuente del Caballo.
Por último, Zeus lo convirtió en Constelación, para que fuera eterno. Cuando esto sucedió, un pluma de sus alas cayó cerca de Tarso, y así la ciudad adoptó su nombre.
Atlas

El titán Atlas era hijo de Japeto y de la ninfa Climene. Después de que los titanes se hubiesen puesto a disposición de Zeus y sus hermanos, Atlas no fue hecho prisionero en el mundo de los muertos como el resto de ellos. Zeus le infligió un castigo especial que consistió en cargar con el arco del cielo sobre sus hombros. Atlas llevó a cabo la tarea en el rincón más occidental que los griegos conocían y que se situaría cerca del estrecho de Gibraltar.
Heracles visitó a Atlas en uno de sus Doce Trabajos para recoger las manzanas de oro de las Hespérides. Gaya, la diosa de la tierra, le había dado las manzanas a Hera cuando se casó con Zeus y ésta a su vez se las entregó a las Hespérides, hijas de Atlas, para que las guardasen en un bello jardín que estaba protegido por el dragón Ladón. Atlas le puso una condición a su visita.
Para evitarle el problema de luchar con el dragón, iría él mismo hasta eljardín mientras Heracles le sostenía el arco del firmamento.
Afortunadamente, Heracles era lo suficientemente fuerte y Atlas pudo llegar al jardín. Cuando regresó con las manzanas, le sugirió que podría ir él a entregárselas a Eurystheus (Euristeo), jefe de Heracles, mientras el héroe seguía sosteniendo el arco un poco más.
HeracIes fingió estar de acuerdo con la idea, pero le pidió a Atlas que tomase el arco un momento para poder ponerse un almohadón sobre sus hombros doloridos. Atlas accedió y así HeracIes pudo huir con las manzanas, provocando el lamento eterno del primero ante tan pesada carga.
Ovidio describe cómo Perseo, hijo de Zeus como HeracIes, visitó a Atlas. Perseo le pidió pasar la noche con él, a lo que aquél se negó, recordando un oráculo que en cierta ocasión le había dicho que un hijo de Zeus llegaría para robarle las manzanas de sus hijas -probablemente se refería a HeracIes-. Atlas amenazó a Perseo y éste utilizó la cabeza de Medusa (ver Gorgonas, Las y Perseo) para convertirle en montaña de piedra, la cadena del Atlas en Marruecos. Esta versión ofrece la contradicción de que Perseo visitase a Atlas antes que HeracIes y que éste luego no le encontrase convertido en montaña, sino aún como titán.
Tritón
El dios del mar Tritón era hijo de Poseidón, el regidor divino de los mares, y de Anfritrite. Se le representaba habitualmente como una sirena masculina, una criatura con la parte superior del cuerpo de un hombre sobre una o incluso dos largas colas de pez. Sus atributos incluían un tridente y un largo y curvado cuerno hecho de concha. Tritón tenía el poder de apaciguar las aguas turbulentas soplando a través de su cuerno de coócha. Según algunas versiones, había gran cantidad de tritones y todos formaban parte del séquito de Poseidón.
Tritón fue de gran ayuda en la expedición de los Argonautas, los héroes que liderados por Jasón acudieron a bordo del Argo a buscar el Vellocino de Oro. En un momento del viaje, el barco quedó encerrado en las aguas del lago Tritonis, en Libia, del cual no podían encontrar salida al mar, historia que cuenta Apolonio de Rodas en su obra Argonáutica (siglo III a.C.)
Orfeo sugirió que debían usar el gran tridente que Apolo le había regalado a Jasón y ofrecérselo a los dioses de la tierra tan pronto como hubieron cogido el tridente apareció ante ellos el gran dios Tritón adoptando el aspecto de un hombre joven y les habló. Tomó un poco de tierra y la alzó dando la bienvenida diciendo: "Aceptad este regalo, amigos. Aquí y ahora no tengo a nadie mejor a quien recibir sino a extranjeros como vosotros. Si os habéis perdido, como muchos otros viajeros en tierras extrañas, y queréis cruzar el mar de Libia, yo seré vuestro guía. Mi padre Poseidón me ha enseñado todos sus secretos y yo soy el rey de su litoral. Quizá hayáis oído hablar de mí aunque vengáis de tan lejos". Eufemo, agradecido, extendió su mano para recibir el presente y contestó: "Mi señor, si algo sabes sobre el mar de Minos y sobre el Peloponeso, te rogamos que nos lo digas. Lejos de tener intención de llegar hasta aquí, hemos sido arrastrados a los bordes de tu tierra por una fuerte galerna. Perdimos el rumbo de nuestra embarcación y llegamos a esta laguna. Ahora no tenemos ni idea de cómo salir y llegar hasta la tierra de Pelops".
Tritón, extendiendo su mano, señaló el mar distante y la boca profunda del lago. Al mismo tiempo explicó: "Esa es la salida al mar, las aguas tranquilas y oscuras marcan el punto más profundo, pero a cada lado hay playas en los que varar; desde aquí podéis ver la espuma. Lejos, en la distancia entre ellas hay una estrechura. Una vez que estéis en mar abierto, mantened la tierra a vuestra derecha y abrazad la costa hacia el norte. Cuando se acerque a vosotros y se aparte de nuevo tendréis que salir por el punto hacia donde se proyecta y seguir navegando recto". Animados por el dios, los Argonautas siguieron su rumbo. Mientras tanto, Tritón tomó el pesado tridente y se sumergió en las aguas. Todos pudieron verle descender y, aun así, en un momento había desaparecido, cerca de ellos, con su tridente. ]asón sacrificó una oveja en la proa con las siguientes palabras: "Dios del mar, tú que apareces ante nosotros en las orillas de estas aguas, sé gentil y concédenos el regreso feliz que deseamos".
Mientras rezaba cortó el cuello de su víctima y la arrojó al agua. El dios surgió de nuevo de las profundidades ya no transformado sino en su verdadera forma, y, tomando la proa de la embarcación, los condujo hacia mar abierto. El cuerpo del dios, por delante y por detrás, desde la corona de su cabeza hasta su cintura y de los pies a la cintura, era como el de los otros inmortales, aunque desde ahí no era más que como el de un monstruo con dos largas colas terminadas en un par de aletas con forma de luna creciente. Con las aletas removía el agua de la superficie y arrastró al Argo a mar abierto, donde lo lanzó en su ruta. Después se sumergió en el abismo y los Argonautas gritaron de maravilla ante una visión tan pavorosa e inspiradora» (Argonaútica, Libro IV).
En otras historias, Tritón -o los tritones- también tenían otro lado menos benevolente. Como si fuesen "sátiras del mar", los tritones tenían la mala costumbre de molestar a las mujeres que se bañasen en el mar y a los hombres jóvenes. En cierta ocasión, cuando Tritón corneó a un grupo de seguidoras del dios del vino y la vegetación Dioniso en Boecia, hubo una pelea entre los dos dioses, que terminó en una derrota para el dios marino. El gran héroe Hércules también dijo que en una ocasión tuvo que luchar con un monstruo marino llamado Tritón.

jueves, 7 de febrero de 2013





la historia de Dánae

 

Los padres de Dánae son el rey de Argos Acrisio y Eurídice. Acrisio recibió un oráculo en el que se le anunciaba que el hijo de su hija lo mataría.
Para evadir el oráculo, Acrisio decidió encerrar a su hija en una cámara subterránea de bronce con una guardia constante. Sin embargo, el oráculo debía cumplirse y Dánae quedó embarazada. Hay versiones que dicen que Zeus llegó a la cámara en forma de lluvia de oro y sedujo a Dánae. Otras versiones apuntan que fue el tío de la joven Preto.
Cuando Acrisio supo lo que había ocurrido, se negó a creer la historia de origen divino, por lo que decidió encerrar a Dánae con el bebé en un cofre y lanzarlos al mar. Pero Zeus los protegió y llegaron a salvo a la isla de Séfiros.
Dictis, el hermano del tirano Polidectes le dio refugio a la joven madre y a su hijo. Polidectes se enamoró de Dánae y por eso quizo alejar a Perseo, por lo que lo envió en busca de la cabeza de Medusa.
Mientras Perseo andaba cumpliendo con sus hazañas, Polidectes intentó conquistar a Dánae. Como Dánae no aceptaba la amenazaba terriblemente y también maltrataba a Dictis, su propio hermano quien había cuidado de Perseo como si fuera su hijo y deseaba defender a Dánae de los deseos pasionales de Polidectes.
Cuando Perseo regresó con la cabeza de la Medusa, encontró a su madre y a Dictis rogando por piedad ante Polidectes. Comprendió todolo que había ocurrido, y mediante la cabeza de Medusa convirtió al tirano y a sus servidores en piedra.
Después de que Dictis quedara como rey de la isla, Dánae y su hijo Perseo partieron para Argos, donde Dánae regresó a su madre Eurídice y Perseo fue en busca de Acrisio, a quien tal y como el oráculo lo había predicho, mató sin querer.
En otra variante del mito, Dánae es presentada por Dictis ante Polidectes, quien se casa con ella y cría a Perseo como su propio hijo.

martes, 5 de febrero de 2013

afrodita diosa del amor

"En la mitología griega, Afrodita es la diosa del amor, el sexo y la belleza. Sus poderes son inmensos: protege a los esposos, fecunda los hogares y está presente en los partos. También simboliza la pasión desencadenada que destruye las uniones legítimas e incita a los mortales a toda clase de voluptuosidades y vicios. Sus atribuciones son los secretos de las doncellas, las sonrisas, los engaños, el placer, el amor y la dulzura.

Culto
El epíteto Afrodita Acidalia fue ocasionalmente añadido a su nombre, por la fuente que usaba para bañarse, situada en Beocia (Virgilio I, 720). También era llamada Cipris o Cipria (Kypris) y Citerea (Cytherea) por sus presuntos lugares de nacimiento en Chipre y Citera, respectivamente. La isla de Citera era un importante centro de su culto. Fue asociada con Hesperia y era frecuentemente acompañada por las Oréades, las ninfas de las montañas.


Afrodita tenía sus propios festivales, las Afrodisias, que se celebraban por toda Grecia pero particularmente en Atenas y Corinto. En Corinto, las relaciones sexuales con sus sacerdotisas eran consideradas un método de adoración a Afrodita.
Afrodita estaba asociada y era con frecuencia representada con delfines, palomas, cisnes y los árboles de granadas y limas.
Su equivalente romana es Venus. Sus homólogas eran Ishtar en la mitología mesopotámica, Ashtart (Astarté en griego canónico) en la sirio-palestina y Turan en la etrusca.
Venus es llamada con frecuencia con el epíteto Venus Ericina ("del brezo") por el monte Erice (Sicilia), uno de los centros de su culto.
Nacimiento
La "surgida de la espuma" Afrodita nació de la espuma del mar cerca de Pafos (Chipre) después de que Cronos cortase los genitales a Urano, su padre, y la sangre y el semen de éste cayese al mar. Así, Afrodita es de una generación anterior a la de Zeus. En La Ilíada (libro V) aparece otra versión sobre su origen, según la cual era considerada hija de Dione, quien era la diosa oracular original ("Dione" significa simplemente "la diosa", siendo etimológicamente equivalente a "Diana") en Dodona. Según Homero Afrodita, aventurándose en batalla para proteger a su favorito Eneas, fue herida por Diomedes y volvió con su madre, postrándose de rodillas para ser reconfortada. "Dione" parece ser equivalente a Rea, la Madre Tierra, a quien Homero trasladó al Olimpo. Tras esta historia, Afrodita misma fue llamada a veces "Dione". Una vez que Zeus hubo usurpado el oráculo robledo de Dodona, algunos poetas lo tuvieron por padre de Afrodita.
El principal centro de adoración a Afrodita permaneció en Pafos, cerca de la costa siria, donde la diosa del deseo había sido adorada desde mucho tiempo atrás como Ishtar y Astarté. Se dice que desembarcó tentativamente primero en Citera, un lugar de parada para el comercio y la cultura entre Creta y el Peloponeso. Así quizás tengamos pistas del camino del culto original a Afrodita desde el Levante hasta el continente griego.
Platón consideraba que Afrodita tenía dos manifestaciones, reflejando ambas historias: Afrodita Urania ("del cielo"), y Afrodita Pandemos (común, "del pueblo"). Según Platón estas dos manifestaciones representaban su papel en la homosexualidad y la heterosexualidad, respectivamente (siendo la primera más divina para Platón).
Alternativamente, Afrodita era una hija de Talasa (pues había nacido del Mar) y Zeus.
Vida adulta
Matrimonio con Hefestos
Una vez Hefestos atrapó ingeniosamente a Ares y Afrodita con una red de finas cadenas que había dispuesto sobre el lecho para que cayeran al más mínimo contacto. Entonces llamó a todos los demás dioses olímpicos para burlarse de ellos, algún dios desenfadado comentó que no le habría importado sentir tal vergüenza. Hefestos no los liberó hasta que prometieran terminar su romance, pero ambos escaparon tan pronto como levantó la red y no mantuvieron su promesa.
Afrodita y Psique
Afrodita estaba celosa de la belleza de una mujer mortal llamada Psique. Pidió a Eros que usara sus flechas doradas para hacer que Psique se enamorase del hombre más feo del mundo. Eros accedió pero terminó enamorándose él mismo de Psique, o puede que se pinchase con una flecha dorada por accidente. Mientras tanto, los padres de Psique estaban preocupados por mantener soltera a su hija. Consultaron un oráculo que les dijo que ella no estaba destinada a ningún amante mortal, sino a un monstruo que vivía en la cima de cierta montaña. Psique se resignó a su destino y subió a la cumbre de la montaña. Allí Céfiro, el viento del oeste, la bajó flotando suavemente hasta una cueva de la montaña. Psique entró y se sorprendió de hallarla llena de joyas y adornos. Eros le visitaba cada noche en la cueva y hacían el amor. Le pidió solo que no encendiese jamás ninguna lámpara porque no quería que Psique supiera quién era (sus alas le hacían inconfundible). Sus dos hermanas, celosas de ella, la convencieron para encender una lámpara de noche mientras él dormía y Psique así lo hizo, reconociéndole al instante. Una gota de aceita caliente cayó de la lámpara al pecho de Eros y éste se despertó y huyó volando.
Cuando Psique contó a sus celosas hermanas mayores, éstas se regocijaron secretamente y cada una de ellas fueron por separado a la cima de la montaña e hicieron como Psique les había dicho para entrar en la cueva, esperando que Eros las preferiría a ellas. Céfiro no las cogió y murieron a caer hasta la base de la montaña.
Psique buscó a su amante por buena parte de Grecia, tropezando finalmente con un templo a Deméter, donde el suelo estaba cubierto de montones de grano mezclado. Empezó a ordenar el grano en montones ordenados y, cuando hubo terminado, Deméter le habló, diciéndole que la mejor forma de encontrar a Eros era buscar a su madre, Afrodita, y ganarse su bendición. Psique encontró un templo a Afrodita y entró en él. Afrodita le asignó una tarea similar a la templo de Deméter, pero le dio un plazo imposible de cumplir. Eros intervino, pues aún la amaba, e hizo que las hormigas ordenaran el grano por ella. Afrodita se enfureció por este éxito de Psique y le dijo que fuese a un campo donde pastaban unas ovejas doradas y consiguiese lana de oro. Psique fue al campo y vio las ovejas, pero fue detenida por el dios del río que tenía que cruzar para llegar al campo. Éste le dijo que las ovejas eran malas y crueles y podían matarla, pero que si esperaba hasta mediodía, las ovejas irían a buscar la sombra en el otro lado del campo y se dormirían, y que entonces podría coger la lana enganchada en las ramas y la corteza de los árboles. Psique así lo hizo y Afrodita se enfureció todavía más al ver había sobrevivido y superado su prueba. Por último, Afrodita afirmó que el estrés de cuidar a su hijo, deprimido y enfermo como resultado de la infidelidad de Psique, había provocado que perdiese parte de su belleza. Psique tenía que ir al Hades y pedir a Perséfone, la reina del inframundo, un poco de su belleza que Psique guardaría en una caja negra que Afrodita le dio. Psique fue a una torre, decidiendo que el camino más corto al inframundo sería la muerte. Una voz la detuvo en el último momento y le indicó una ruta que le permitiría entrar y regresar aún con vida, además de decirle cómo pasar a Cerbero, Caronte y los otros peligros de dicha ruta. Psique apaciguó a Cerbero, el perro de tres cabezas, con un pastel dulce de miel y pagó a Caronte un óbolo para que le llevase al Hades. Una vez allí, Perséfone le ofreció un banquete pero Psique lo rehusó, sabiendo que éste la mantendría en el inframundo para siempre.
Psique abandonó el inframundo y decidió abrir la caja y tomar un poco de la belleza para sí misma. Dentro estaba un "sueño estigio" que la sorprendió. Eros, que le había perdonado, voló hasta su cuerpo y la curó, suplicando entonces a Zeus y Afrodita su permiso para casarse con Psique. Éstos accedieron y Zeus hizo inmortal a Psique.
Adonis
Afrodita era la amante de Adonis y tomó parte en su nacimiento. Instó a Mirra o Esmirna a cometer incesto con su padre, Tías, el rey de Asiria. Otra versión dice que el padre de Mirra era Ciniras de Chipre. La niñera de Mirra le ayudó en su plan. Cuando Tías descubrió lo que había pasado, montó en cólera, persiguiendo a su hija con un cuchillo. Los dioses la transformaron en un árbol de mirra y finalmente Adonis brotó de este árbol. Alternativamente, fue Afrodita quien convirtió a Mirra en árbol y Adonis nació cuando Tías le disparó con una flecha o cuando un jabalí usó sus colmillos para arrancar su corteza.
Cuando Adonis nació, Afrodita lo tomó bajo su protección, seduciéndole con la ayuda de Helena, su amiga, y fue hechizada por su belleza sobrenatural. Afrodita se lo dio a Perséfone para que lo cuidara, pero ésta también quedó asombrada por su belleza y rehusó devolvérselo. La discusión entre las dos diosas fue resuelta por Zeus o Calíope, quien decidió que Adonis pasase cuatro meses con Afrodita, cuatro con Perséfone y los cuatro restantes del año con quien él eligiera. Adonis siempre escogió a Afrodita porque Perséfone era la diosa fría e insensible del inframundo.
Adonis fue finalmente asesinado por un celoso Ares.
El juicio de Paris
Tanto los dioses y diosas como diversos mortales fueron invitados a la boda de Peleo y Thetis (que luego serían padres de Aquiles). Sólo la diosa Eris (Discordia) no fue invitada, pero apareció con una manzana dorada con la palabra kallisti ("para la más hermosa") inscrita, que arrojó entre las diosas. Afrodita, Hera y Atenea reclamaron para sí la manzana, y la disputa terminó llegando a Paris, el más hermoso de los mortales. Hera intentó sobornarle con un reino de la tierra, mientras Atenea ofreció gran destreza militar, pero Afrodita terminó siendo declarada la más bella cuando ofreció a Paris la más hermosa mujer mortal como esposa. Esta mujer era Helena, y su rapto por Paris desembocó en la Guerra de Troya.
Pigmalión y Galatea
Pigmalión era un escultor solitario que fabricó una mujer de marfil y la llamó Galatea. Rezó a Afrodita, la diosa de la belleza y el amor, quien se apiadó del artista, enfermo de amor, y dio vida a la exquisita escultura. Pigmalión amó a Galatea y estuvieron pronto se casados.
Otras historias
En una versión de la historia de Hipólito, Afrodita era el catalizador de su muerte. Hipólito desdeñó el culto de Afrodita por el de Artemisa y, en venganza, Afrodita provocó que su madrastra, Fedra, se enamorase de él, sabiendo que Hipólito la rechazaría. En la versión más popular de la historia, Fedra buscaba venganza contra Hipólito suicidándose y dejando una nota en la que contaba a Teseo, su marido y padre de Hipólito, que ésta la había violado. Teseo entonces mató a su propio hijo antes de que Artemisa le dijese la verdad.
El rey Glauco de Corinto enfadó a Afrodita, quien hizo que sus caballos enfureciesen durante los juegos funerarios en honor al rey Pelias, y le despedazasen. Su fantasma asustaba supuestamente a los caballos durante los juegos ístmicos.
Afrodita era con frecuencia acompañada por las Carites.
En el libro III de La Ilíada de Homero, Afrodita salva a Paris cuando está a punto de ser asesinado por Menelao.
Afrodita era muy protectora con su hijo, Eneas, quien luchó en la Guerra de Troya. Diomedes estuvo a punto de matar a Eneas en batalla pero Afrodita le salvó. Diomedes hirió a Afrodita y ésta dejó caer a su hijo, volando al monte Olimpo. Entonces Eneas fue envuelto por una nube creada por Apolo, quien le llevó a Pérgamo, un lugar sagrado de Troya. Artemisa curó allí a Eneas.
Convirtió a Abas en piedra por su arrogancia.
Convirtió a Anaxarete en piedra por reaccionar tan desapasionadamente a las súplicas de Ifis para amarla, incluso tras el suicidio de éste."